Constantinopla es el nombre histórico de la presente urbe de la ciudad de Estambul, ubicada a los dos lados del Estrecho del Bósforo en Turquía, y que fue capital de diferentes imperios durante la historia: del Imperio romano (trescientos treinta-trescientos noventa y cinco), del Imperio romano de Oriente o bien Imperio bizantino (trescientos noventa y cinco-mil doscientos cuatro y mil doscientos sesenta y uno-mil cuatrocientos cincuenta y tres), del Imperio Latino (mil doscientos cuatro-mil doscientos sesenta y uno) y del Imperio otomano (mil cuatrocientos cincuenta y tres-mil novecientos veintidos).
Estratégicamente ubicada entre el Cuerno de Oro y el mar de Mármara en el punto de encuentro de Europa y Asia, la Constantinopla bizantina fue baluarte de la Cristiandad y heredera del planeta heleno y romano. Durante la Edad Media fue la mayor y más rica urbe de Europa.
Si subsistió tanto tiempo fue por su espectacular defensivo y el empecinamiento de sus gentes frente de los invasores. El planeta le debe una gran parte de su legado cultural a los muros de Constantinopla. Cuando esta fue asediada por los vecinos contrincantes, el elaborado sistema de fosos de la urbe romana, los muros exteriores y los interiores se sostuvieron de pie. Después de subsistir a abundantes ataques, los muros por último cedieron a herramientas más modernas de guerra mas, por suerte, la cultura tradicional subsistió.
Si estás interesado en obtener más información te recomendamos estos libros: