La sombra del caudillo (largometraje 1960)


En el México de los años veinte, la inminente sucesión del caudillo militar en el poder está a punto de decidirse. El caudillo favorece la candidatura del general Jiménez, ministro de gobernación, a pesar de la simpatía que despierta el general Aguirre, ministro de guerra. Aguirre se retira de la contienda, pero sus partidarios continuan apoyándolo. Orillado por las circunstancias, Aguirre debe decidir entre su lealtad al régimen y la oportunidad de acceder al poder.
(Sigue con el comentario y el resto del largometraje)

Comentario:
Treinta años de un veto militar jamás aclarado convirtieron a La sombra del caudillo en la «película maldita» del cine mexicano y en la prueba fehaciente de que el control del gobierno sobre la industria cinematográfica nacional puede ir más allá de la jurisdicción de la Secretaría de Gobernación.
Basada en la novela homónima del escritor chihuahuense Martín Luis Guzmán, La sombra del caudillo narra la historia de la sucesión presidencial en los turbulentos años previos a la institucionalización de la revolución. Aunque los nombres están cambiados, los personajes son fácilmente reconocibles: el caudillo es el general Álvaro Obregón, presidente de México de 1920 a 1924; Jiménez es Plutarco Elías Calles, sucesor de Obregón; Aguirre, una mezcla de Adolfo de la Huerta y del general Francisco Serrano, asesinado junto con sus partidarios en 1927.
La novela se publicó en Madrid en 1929 y fue prohibida en México durante algún tiempo. Para 1960, habían pasado quince años desde que el último presidente militar finalizara su mandato y los eventos que narra la novela formaban parte de la historia política mexicana, por lo que Julio Bracho no consideró que pudiesen incomodar a nadie. La filmación de la película no sufrió contratiempos e incluso gozó de amplias facilidades al permitirse su rodaje en la Cámara de Diputados y el Castillo de Chapultepec. Antes de su prohibición, La sombra del caudillo fue enviada al Festival de Karlovy Vary, en donde recibió un premio especial.
El veto que impidió su estreno comercial en México nunca fue explícito, aunque la versión popular señala que un grupo de militares consideraron que no debían ventilarse en el cine cuestiones históricas comprometedoras, por lo que la autorización para la exhibición fue denegada. Durante el régimen de Luis Echeverría, las solicitudes para que la película fuese exhibida llegaron a abrumar al presidente, quien nunca se atrevió a intervenir en este asunto.Decepcionado, Bracho falleció en 1978 sin reponerse por completo del golpe que significó para su carrera esta lamentable situación. En los ochenta, La sombra del caudillo pudo ser conocida gracias a la misteriosa circulación de copias clandestinas en video, mismas que se cotizaban a precio alto en el mercado de la Lagunilla.
Finalmente, en 1990, el gobierno de Salinas de Gortari autorizó la exhibición de La sombra del caudillo y la cinta pudo ser estrenada el 25 de octubre de 1990 en la sala «Gabriel Figueroa» de la ciudad de México. Inexplicablemente, la película fue exhibida en una copia de muy mala calidad en 16 mm. lo cual hace sospechar que el negativo original de 35 mm. pudo haber sido destruido por quienes desearon que esta película jamás se hubiese filmado.